
La Generación del Bicentenario
Somos una organización de la sociedad civil que trabaja en la promoción y difusión de la
gesta histórica y política de nuestra independencia. La llegada de los Bicentenarios
Suramericanos nos impulsó a juntarnos y trabajar en políticas de la memoria, para
reconstruir y revalorizar los 200 años de historia política y cultural que configuran la
identidad de nuestros pueblos.
Corría el año 2006 y había diez años por delante para construir políticas culturales que permitieran a cada una de las provincias, revolver en su pasado, interpretar su historia y organizar un proyecto político sobre las bases del pensamiento independentista. Para el 2007, Jorge Mendia era parlamentario provincial y motorizaba a sus colegas para reflotar el PARLASUR, órgano deliberativo del Mercosur. Lo consiguió, y allí conoció a los miembros consultos: Chuncho Medina León, de Jujuy; Alejandro Pojasi, de Salta, y Ernesto Jauretche de Buenos Aires.
Fue el inicio de una gran amistad y el comienzo de un proyecto político de unión y fortalecimiento del norte argentino y el sur boliviano. Se convirtieron en promotores del Bicentenario a través de diferentes actividades que articulaban el fuero legislativo con organismos de la sociedad civil y con la Academia. Así nació la Fundación del Bicentenario: del diálogo entre la historia, la política y la herramienta legislativa.
Este grupo fundador fue creciendo: van nombres. Misael Soria Linares Mario Linares Oscar Pepe Luis Yanicelli Armando Bazán Martin Güemes Antonio Marocco Walter Barrionuevo Silvana Giudice Miguel Ángel Prince, intendente de Lujan Roberto Green, Ramón Graneros,
Algunos logros en el camino fueron el hermanamiento de distintas provincias del Norte argentino con algunos pueblos de Bolivia, reparando una memoria fragmentada que nos había mantenido separados y desconociéndose durante casi dos siglos. También estuvieron los Foros del Bicentenario: espacios de encuentro que ensayaban otra manera de interpretar la historia política de nuestro país. Una manera que escarbaba en la integridad de los pueblos, sus miedos, sus esperanzas, sus contradicciones; que recuperaba los sentimientos, las pasiones que movilizan a las personas a dejar hasta la vida por una idea, por un sueño de patria, por un proyecto de Nación libre y soberana.
Esta manera de entender la historia, recuperaba el protagonismo de las mujeres, los pueblos originarios y los afrodescendientes.
La construcción del concepto de Bicentenario se oponia radicalmente a lo que venía ensayando Buenos Aires hasta ese entonces, la celebración de un Segundo Centenario.
La política que se hace desde una historia apropiada, desde la memoria de los pueblos, es una política de identidad.
La de la Generación del Bicentenario.