
Algunas victorias
LEY PROVINCIAL DE BANDERA

Los tucumanos tenemos el honor de portar como bandera provincial a la histórica
Bandera de Macha. Mandada a hacer por orden directa del Gral. Manuel Belgrano
cuando lideraba las tropas del Ejército del Norte, tener bandera propia significaba
portar un símbolo de soberanía y de independencia. La Bandera de Macha, bandera blanca – azul celeste – blanca, es la bandera todos los tucumanos y las tucumanas. Un símbolo de fuerza, lucha y de resistencia.
La Ley provincial de Bandera de Tucumán fue sancionada el 13 de Abril de 2010. La insignia destaca en su corbata las fechas del 9 de julio y del 24 de septiembre, con las imágenes de la Casa Histórica y de la Virgen de la Merced (patrona del Ejercito del Norte) respectivamente. El autor de la Ley de Bandera fue el Legislador Jorge A. Mendía, actual presidente de la Fundación del Bicentenario.

¿Querés conocer un poco más sobre la bandera de Macha?
Cuando los realistas avanzaron sobre el Norte, los patriotas se vieron forzados a abandonar Jujuy (en lo que se conoce como ‘Éxodo jujeño’), atravesando suelo salteño y en dirección a Tucumán. En nuestra provincia, un grupo de personas (‘Los Decididos de Tucumán’), se negaron a seguir huyendo. Comandados por el Gral. Manuel Belgrano, hicieron frente al ejército del rey venciéndolos un 24 de septiembre de 1812, Día de la Batalla de Tucumán.
Allí flameó por primera vez la BANDERA DE MACHA, creada dos años antes y jurada en las orillas del Río Paraná, pero rechazada por el Triunvirato (en representación del rey de España). No obstante, Belgrano guardó la bandera y la mantuvo bajo su cuidado personal hasta el “día de una gran victoria”.
Esa victoria fue la Batalla de Tucumán, suceso que llenó de fuerzas al Ejército del Norte para dirigir su ataque hacia el Alto Perú, con la Bandera de Macha al frente.
En 1813, cuando sufrieron una derrota en los campos de Vilcapugio y Ayohuma (Bolivia), el Gral. Belgrano se preocupó por ocultar la bandera para que no cayera en manos de los realistas, quienes la exhibirían como un ‘trofeo de guerra’. Toda una deshonra para el General, quien la escondió en una recóndita capilla en Titiri, pueblo que pertenecía al curato de Macha, y por lo que en adelante la bandera llevaría este nombre.
En 1885 la Bandera fue encontrada. Había permanecido oculta todos esos años detrás de un antiguo cuadro, junto a otra bandera celeste y blanca, conocida como Bandera de Ayohuma.
Actualmente, la bandera original de Macha se exhibe en La Casa de la Libertad en Sucre, Bolivia y en Tucumán contamos con una réplica en la Fundación del Bicentenario. Fue un generoso regalo de nuestros hermanos bolivianos, cuando se hermanaron las dos ciudades históricas: San Miguel de Tucumán y Sucre (antiguamente ‘Chuquisaca’ y donde se formaron la mayoría de nuestros patriotas).
¿Cómo se relaciona la bandera con nuestra cotidianidad?
“Conocer la historia de Tucumán nos hace comprender y apropiarnos de nuestra Identidad, y con la identidad, viene la capacidad de luchar por nuestra provincia. Tenemos muchas cosas que nos representan y nos identifican ante el mundo.
Necesitamos que a los tucumanos se nos eduque en el orgullo de ser tucumanos, porque nuestros padres de la patria acá hicieron la independencia. El blanco y celeste es un color que nos puede ayudar a unirnos como provincia y también con otros países, como Perú, Bolivia, y la misma Venezuela, porque esta bandera estuvo por el norte del continente, luchando por una Sudamérica unida.”
Jorge Mendía,
en el 12° Aniversario de la Ley provincial de Bandera










RECONSTRUCCIÓN DE LA MARCHA PATRIÓTICA

La Fundación encaró un ambicioso proyecto en 2021 para lograr reconstruir la hazaña heroica que concluyó en nuestra independencia (1816). A través de la investigación sobre la letra y música de la Marcha Patriótica, logramos sintetizar en un documental los distintos sentidos que conforman la Marcha a la luz de nuestro presente.
La producción del documental “Marcha Patriótica: el himno que nos quitaron”, constituye un valioso aporte a nuestra historia y nuestra cultura. Fue guionada por la Fundación del Bicentenario, y producido por la Productora Audiovisual CUPA de la Universidad Nacional de Tucumán. También contamos con el apoyo del Museo Nacional Casa Histórica y la Honorable Legislatura de Tucumán.
A partir de una revisión de la partitura de Blas Parera, se interpretó la música de la marcha bajo la dirección de Walter Jonathan Ale, la soprano Fátima Biñon, y la mezzosoprano Verónica Serra, acompañadas en piano por Ricardo Díaz. El trabajo fue plasmado en un videoclip, a alcance de todos, y la música entonada en conmemoración al 9 de Julio, Día de la Independencia, y para el Bicentenario del Perú.
Desde la Fundación del Bicentenario buscamos acercar su espíritu, poner en conocimiento su contenido e invitar a toda la comunidad a sabernos y asumirnos responsables de nuestro lugar en la historia. La historia de la construcción de una Nación, su Identidad y su Memoria.

Un poco de historia...
La Marcha Patriótica es lo que actualmente conocemos como nuestro «Himno Nacional Argentino», pero mucho más extensa en su letra: incluye nueve estrofas más el coro. Fue elaborada a pedido de la Asamblea General Constituyente en 1813, como una expresión del espíritu independentista que ya se estaba gestando y que culminaría un 9 de Julio de 1816 en Tucumán. Su letra, escrita por Vicente López y Planes, junto a su música interpretada por Blas Parera, recorría las batallas que sellarían nuestro destino: «Se levanta a la faz de la tierra una Nueva y Gloriosa Nación«.
Nacía un nuevo símbolo patrio con un claro mensaje político de autonomía, soberanía, independencia, identidad y libertad. Años más tarde, y en reiteradas oportunidades, la Marcha Patriótica sería recortada con distintos argumentos.
En 1824 se quitan las estrofas 5, 6, 7 y 8, que resultaban las más guerreras, «porque así lo consideraban más correcto y se le quitaba todo lo que lo afea». En 1894 ya reinaba una preocupación sobre su destino, tan es así que la cámara de diputados de ese entonces, sancionó una ley decretando que sólo una “convención nacional” podría modificarla, y si un plebiscito acordara la conveniencia de su reforma.
Sin embargo, en 1900 un decreto del presidente Julio Argentino Roca, disponía que: “Sin producir alteraciones en el texto del Himno Nacional, se cantarían sólo la primera y la última cuarteta más el coro en las fiestas oficiales, así como en los colegios y las escuelas.” Esa disposición terminó por impactar en las formas de transmitir y comunicar su sentido de lucha y anhelo de independencia. Con el paso del tiempo, sus mensajes fueron desapareciendo de nuestra memoria.









RECUPERACIÓN DE LAS PUERTAS DE LA CASA HISTÓRICA

A través de testimonios en primera persona, retratamos en un documental cómo fue posible recuperar las únicas puertas originales de la Casa Histórica de la Independencia, los obstáculos y la lucha por su regreso definitivo en el año 2007. La gestión fue llevada adelante por el presidente de nuestra fundación, Jorge A. Mendía, quien contó con la aprobación y el apoyo de Roberto Grin, entonces director del Museo de Luján (donde se encontraban las puertas). Acompañados por el reconocido periodista y escritor, Ernesto Jauretche.
La ‘Década Bicentenaria’ (2006_2016) -periodo en que se inscribe esta patriada- fue mucho más que la suma de 10 años de conmemoraciones por las distintas batallas que posibilitaron la Independencia. Fue el tiempo en que se construyó una esperanza de Nación, un proyecto político donde el pueblo hacía su historia. Constituyó una revolución para el pensamiento nacional y sudamericano.
En el Bicentenario, la recuperación de estas puertas marca un hito en la valoración y recuperación del patrimonio histórico de nuestra provincia. Curiosamente, ellas lograron sobrevivir durante doscientos años y gracias al cuidado de algunos guardianes silenciosos de la memoria, como Enrique Udaondo en Luján y antes, el coleccionista Agustín Gneco en San Juan.
Las Puertas son un cuerpo que regresa a casa después de atravesar la controversial historia de un país, apelando a lo más hondo de nuestra conciencia histórico y política.
En ese sentido, las puertas son metáfora de un pueblo tucumano que reafirma su identidad: esto fuimos, esto somos y esto queremos llegar a ser.
Contar esta historia es mostrar cómo la política se edifica a la medida de sus esperanzas, y con rebeldía. Esa rebeldía narra este documental: ‘PUERTAS: IDENTIDAD Y MEMORIA DESDE EL SUR’.
*El documental fue llevado adelante por la productora audiovisual Ayllu: contenidos para el desarrollo social y educativo, y su lanzamiento se realizó el año 2022 en el Centro Cultural Virla, con la presencia de quienes protagonizaron esta historia.